SANTA CASA DE EJERCICIOS ESPIRITUALES, año 1799.
Avenida Independencia 1190, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Fue fundada por la Beata María Antonia de la Paz y Figueroa, que reestableció en la ciudad la práctica de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola luego de la expulsión de la Compañía de Jesús. La Beata, que había peregrinado desde su Santiago del Estero, llegó a Buenos Aires a fines de 1778. En 1794 obtuvo del Virrey Vértiz y del Cabildo la autorización para construir un edificio que permitiera acoger al gran número de ejercitantes. La casa fue habilitada -sin concluir- en 1799, año de la muerte de la Beata. A lo largo del siglo XIX se sumaron nuevas construcciones, que albergaron la Casa de Rehabilitación para Mujeres y Niñas, el Colegio para Niñas externas y pupilas y la Casa de Reclusas, construida en 1900. De la Casa primitiva, cuya arquitectura austera testimonia el estilo del período virreinal, se conserva el primer claustro con la capilla y la habitación donde murió la Beata. El conjunto, cuyo ámbito más destacado es el claustro "de la Cruz", está integrado por tres claustros y seis patios, con celdas para las religiosas y para los ejercitantes, dos capillas públicas -el oratorio "Jesús Nazareno", en el que se venera una impactante imagen de Jesucristo, de origen cuzqueño, y la del "Divino Salvador", vinculada con los claustros de los ejercitantes- y una privada.
Fue fundada por la Beata María Antonia de la Paz y Figueroa, que reestableció en la ciudad la práctica de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola luego de la expulsión de la Compañía de Jesús. La Beata, que había peregrinado desde su Santiago del Estero, llegó a Buenos Aires a fines de 1778. En 1794 obtuvo del Virrey Vértiz y del Cabildo la autorización para construir un edificio que permitiera acoger al gran número de ejercitantes. La casa fue habilitada -sin concluir- en 1799, año de la muerte de la Beata. A lo largo del siglo XIX se sumaron nuevas construcciones, que albergaron la Casa de Rehabilitación para Mujeres y Niñas, el Colegio para Niñas externas y pupilas y la Casa de Reclusas, construida en 1900. De la Casa primitiva, cuya arquitectura austera testimonia el estilo del período virreinal, se conserva el primer claustro con la capilla y la habitación donde murió la Beata. El conjunto, cuyo ámbito más destacado es el claustro "de la Cruz", está integrado por tres claustros y seis patios, con celdas para las religiosas y para los ejercitantes, dos capillas públicas -el oratorio "Jesús Nazareno", en el que se venera una impactante imagen de Jesucristo, de origen cuzqueño, y la del "Divino Salvador", vinculada con los claustros de los ejercitantes- y una privada.
El plano del siglo XIX, objeto de la intervención realizada en nuestro laboratorio, ilustra un proyecto -no ejecutado- para reemplazar el edificio original, aún en pie.
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